domingo, 12 de noviembre de 2017

Otro lleno con Azahara Herrera


El pasado viernes Murcia Flamenca tuvo de nuevo artistas almerienses sobre sus tablas. No es la primera vez que recalan por nuestra tierra flamencos del oriente andaluz, y tampoco será la última, puesto que sus jóvenes figuras apuntan muy buenas maneras. Azahara Herrera preparó un espectáculo de flamenco muy bien trenzado, con un cuadro de acompañamiento magnífico, los jóvenes cantaores Cristo Heredia y Antonio García “El genial” y el virtuoso guitarrista José Bellido.
Principiaron con unos modernos tangos, algunos de ellos a dos voces, con los que calentaron la escena, algo fría por el cambio de tiempo que ya anuncia el invierno también en nuestra tierra. Duelo de martinetes, en pie, entre los dos cantaores, que sirvieron de entrada al baile de Azahara, quien continuó por seguiriya, con un sentido baile y enérgico y poderoso taconeo, arrancando los primeros oles de la noche. 
Bulerías de la Chanca, reivindicadas por Cristo, con sello propio del barrio de su ciudad, Almería, en la que se expresan de forma bella y personal. Melodías de aire nuevo y falsetas de vértigo acompañaron a los dos cantaores haciendo las delicias del público asistente, que había llenado de nuevo La Madriguera. 
Alegrías en la guitarra de José Bellido, con una brillante introducción, dieron paso a modernos cantes para pasar luego a melodías tradicionales por este palo, siempre presente en los recitales de flamenco, cantadas con maestría por los dos cantaores. 
Llega el turno del taranto, palo muy hermanado entre las dos tierras, Murcia y Almería, por la importancia de todo lo minero en el pasado de estas dos geografías del levante español. Azahara conoce bien este baile, lo desgrana con pasión y tragedia, con buen compás y coreografía de escuela. Se extiende por tangos, con un final lleno de movimientos cadenciosos y guiños de cadera que arrancaron largos aplausos y forzaron un bis que no esperaban los artistas. Fin de fiesta por bulerías, todos en pie, pataíta incluida y nueva ovación.

Guillermo Castro


















No hay comentarios:

Publicar un comentario